En 2015 creamos Invexor Capital, que ayuda a empresas chilenas con nuevas tecnologías o con nuevos modelos de negocios, a escalar sus capacidades hacia nuevos mercados y geografías. Para hacer esto, tuvimos que desarrollar nuestra propia tecnología para identificar, apoyar y escalar exitosamente distintos tipos de empresas, en distintas industrias, y con muy distintos estados de avance.
Una empresa con un modelo de negocios ya consolidado, que busca más crecimiento y más eficiencia, representa un gran desafío. Pero cuando se trata de empresas que abren nuevos espacios inexplorados, con crecimientos de hasta 200% al año, el desafío es extraordinario.
Cuando trato de describir el desafío de estas nuevas empresas, la imagen que se me viene a la mente es la de abrir un sendero a través de una selva densa y cerrada. En la selva, la vegetación nos esconde el camino que viene adelante, con lo cual nunca nos sentimos completamente seguros de que estamos avanzando hacia nuestro destino anhelado. A veces dudamos, pero debemos seguir adelante. Otras veces descubrimos que efectivamente hemos errado el rumbo, y debemos desandar parte del camino hasta encontrar en medio de la selva un nuevo paso despejado que nos abra nuevas oportunidades.
Al aplicar nuestros métodos de escalamiento, descubrimos que algo nos faltaba.
Volviendo a la imagen del camino en la selva, a poco andar descubrimos que nuestra tecnología efectivamente permitía construir un mejor camino hacia adelante. Pero habíamos dejado de mirar al “caminante”, esto es, al emprendedor.
El emprendedor es la persona que debe tomar cientos de decisiones difíciles cada día, algunas de ellas de “vida o muerte” de la empresa, sin suficiente información ni puntos de referencia. Todo es nuevo, desafiante, complejo e importante. No hay claridad respecto a cómo priorizar o delegar. La responsabilidad que asume el emprendedor es enorme y aplastante.
Para enfrentar este desafío de carácter más personal, desarrollamos métodos para poder acompañar al emprendedor, apoyándolo en cada paso del camino. No se trata necesariamente de hacer el camino más fácil, sino que a veces tuvimos que desafiarlo para que creciera junto con el desarrollo de la empresa.
Hemos tenido la fortuna de encontrarnos con empresas y personas extraordinarias que nos han permitido acompañarlos y aprender de ellos, que se han abierto a que formemos un sólo equipo, y con quienes nos hemos transformado en compañeros de batalla, enfrentando juntos los desafíos enormes que hemos encontrado en nuestro camino a través de la selva.
Todo este aprendizaje se está materializando en dos libros que se publicarán hacia fines de este año 2021. Mientras tanto, hemos coordinado distintos espacios de conversación para exponerles estas ideas.
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